martes, 16 de noviembre de 2010

Adelanto del Mini sitio (examen final)

Puerto a Puerto


Capitán Miranda: uruguayos por el mundo





Noelia González, Florencia Reolon, Sofía Sampietro.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Práctica en clase: el uso de las redes sociales por parte de una empresa



Restorán Las Papitas en Facebook


Fortalezas:

-          Actualización permanente.
-          Se responde a cada comentario.
-          Se le da importancia a cada usuario, es decir que hay comunicación personalizada.
-          Hay 10.217 seguidores.
-          Promueven la interactividad, con concursos y juegos.
-          Los premios que se otorgan por los juegos son cenas, lo cual promueve el boca a boca, y   la visita al restorán.

Debilidades:

-Las imágenes no son profesionales, lo cual le saca categoría al lugar.
- La comunicación personalizada podría transformarse en una amenaza, ya que si en un futuro aumenta la interactividad con los usuarios, la comunicación de este modo será imposible.
- Utiliza videos que no son de buena calidad.






Lucía Galván, Victoria Gianola, Noelia González, Melisa Lescano, Sofía Sampietro... ¿Falta alguien?

jueves, 11 de noviembre de 2010

Práctica: creación de una acción social para un medio uruguayo

Si vos salís en la portada,
el viernes sale PAULA, y se agota

Elegimos la revista PAULA, de El País, y basamos nuestra idea en Facebook como red social. 


A partir del claim de PAULA, “El viernes sale Paula y se agota”, proponemos agregarle antes: “Si vos salís en la portada, el viernes sale Paula, y se agota”.

La acción consiste en ofrecer una portada base de Paula, para que el usuario coloque su foto. También puede escribir los titulares que desee. La foto se descargaría automáticamente al perfil del participante, dándole un “stock” de 20 PAULA.

A partir de ahí, la gracia está en acumular “me gusta”: cada 5 “me gusta”, el stock baja un ejemplar. Los 5 primeros participantes a los que se les agoten las PAULA, en el plazo de un mes,  participan de un sorteo para que sea su foto la que salga en la próxima portada. 

Grupo: Noelia González, Florencia Reolon.

martes, 2 de noviembre de 2010

Práctica en Zinadoo



Noelia González, Florencia Reolon, Sofía Sampietro.

sábado, 30 de octubre de 2010

Práctica Video para la web

Mayte Jiménez de Aréchaga: un mundo en la cocina



Noelia González, Florencia Reolon, Sofía Sampietro, Agustina Peña.

lunes, 25 de octubre de 2010

Práctica de clase: análisis de videos en la web


Los medios uruguayos  vs. los medios extranjeros.

Analizamos las características de los videos que cuelgan en sus portales El País digital y Observa (Uruguay) y los comparamos con los de The Washington Post (Estados Unidos) y La Información (España).

Al igual que Observa, El País cuenta con un visor propio. Sin embargo,  el de Observa simula ser una pantalla televisor, mientras que el de El País es más simple: blanco con botones negros. Ambos cuentan con botón de play, stop y pausa, y sólo Observa con botón de sonido. Una variante del visor de El País es el fijo de “Show de goles”, el cual con imágenes que son gentileza de Tenfield. El mismo es blanco con botonera celeste y gris, y sí da la opción de volumen. En The Washington Post Están localizados en la parte inferior de la página. Esto la hace aburrida porque hay muy buen material que se podría colocar en la parte superior o por los menos disperso, donde llame más la atención. Sobre todo si lo audiovisual es lo que genera más impacto y recordación en los lectores. Sin embargo, en la Lainformación.com los videos aparecen en distintas ubicaciones: el menú principal de videos se encuentra en la parte inferior del sitio, pero también están en la parte izquierda, o inclusive en la parte superior del sitio, junto con las noticias principales (con las cuales el video tiene relación)

Los visores de los dos medios nacionales carecen de opción de share o embed. Tampoco dan la oportunidad de “me gusta” en Facebook o de seguir en Twitter, ni en ninguna otra red social. No son videos interactivos en ningún sentido, ya que tampoco pueden comentarse, ni cuentan con una URL propia. Es decir, que no pueden linkearse directamente, sino que el link remite a la página principal del portal. Por lo general son videos breves, que no llegan al minuto o que apenas lo sobrepasan. El País cuenta también con la opción de descargar el video en RealPlayer. The Washington Post y Lanformación.com se caracteriza por su énfasis en la interactividad. Aparecen las opciones de comentarios, embed y permalink, además de que los videos puede ser enviados via e-mail, twittearlos o recomendarlos en Facebook .

En cuanto a la temática, todos los videos hacen referencia a una noticia del día, por lo que tienen carácter de titular. Por eso es importante el hecho de que en Observa y El País la calidad de los planos y del video en general sea mala, ya que en los dos casos predominan los planos medios y no los primeros planos. En el caso particular del video del Cilindro, de El País, la imagen se mueve todo el tiempo (si bien se entiende que es tomada desde un helicóptero), y en el caso más típico no se utiliza trípode en ningún momento. Los zooms in/out también son desprolijos.

No ocurre lo mismo en los medios extranjeros. En el caso del sitio estadounidense la calidad es alta y son informes con profundidad ya que la duración es de dos minutos promedio. Por otra parte, contienen 15 segundos de publicidad previa, durante la cual el video se maximiza automáticamente y vuelve a su tamaño original cuando culmina. Cada video contiene un pie donde se describe de qué se trata la pieza audiovisual y el título que está linkeado a la noticia.

Esto principalmente se observa en Lainformacion.com que la mayor parte de los videos hacen tienen la temática artística, como lo es el video del Teatro Español, que se diferencia de los video de los sitios nacionales en su profundidad, dedicación, prolijidad en los planos, que permiten ir más allá de lo noticioso y acercar al espectador a un reportaje.

Por otra parte, a pesar de que en todos los sitios se muestran videos de interés para el usuario, los que  se ubican en los sitios extranjeros tienen un mayor cuidado en captar la atención del espectador. No sólo se basan en mostrar lo mismo que se redactó en la noticia, pero con imágenes; sino que se intenta ahondar en el tema y no estar limitados a cierta cantidad de caracteres.  


viernes, 15 de octubre de 2010

Práctica en Movie Maker

Hay que respetar la narrativa...

Contar una historia puede hacerse de incontables maneras. Hay tantas opciones como cabezas que piensan. Esta secuencia de una mujer haciendo un crepe camboyano, a base de pasta de arroz, es una estructura posible.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Práctica Google Maps

Una ciudad con sabor a café

Enterate de las especialidades de los cafés más conocidos de Ciudad Vieja, Montevideo.
 




Por Leandro Bayarres, Noelia González, Florencia Reolon y Sofía Sampietro.
(También puede verse directo desde Google Maps).


Map Channels: free mapping tools

lunes, 27 de septiembre de 2010

Práctica de clase: líneas de tiempo

La caída en picada de un angelito, en Dipity:


Por Maxi Patri, Flor Bacelo, Flor Reolon y Noe González.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Los agujeros negros del planeta




Éste es el tipo de recurso que se empleó para que este reportaje multimedia sea un shock para el alma. Aunque sea un cliché decir que una imagen vale más que mil palabras, en este caso no podría ser más cierto.

Los agujeros negros del planeta es un mini sitio del diario El País (Madrid) en el cual se relata, con elementos multimedia, la situación de miseria que viven miles de personas en Bangladesh, Gaza, Haití, y República Centroafricana. Los textos periodístico y vivencial, se ve complementado por fotografías de gran tamaño, que reflejan el estado de marginalidad de sus protagonistas, la pobreza extrema y la desesperanza.

Tal vez con esta palabra pueda resumirse todo el sitio, ya que éste mantiene un tono dramático, negativo, que no hace más que dejar una sensación de impotencia: porque no da la opción de donar, de colaborar de cualquier manera. Nos preguntamos qué hacer después de ver todo esto. ¿Cerrar el sitio y seguir como si nada? Si bien la función social del periodismo implica que ver estos reportajes nos concientizará de una realidad tan penosa, el sitio en general sólo se queda en esa etapa.

Además de las imágenes, hay videos con sonido de ambiente y música tenue, que consiste en una sucesión de imágenes con movimiento y videos.En cuanto al diseño de la web, es coherente con el contendido: los colores negro y rojo aportan a la “ambientación” del lector, junto con la tipografía simple, que cede protagonismo a la imagen y demás recursos multimedia. 

Pieza de video publicada en la sección Bangladesh.







jueves, 19 de agosto de 2010

Práctica 2

Análisis de un top blog: The Huffington Post
Los medios de la blogósfera



The Internet newspaper: news blogs video community, es lo que se lee bajo el nombre de The Huffington Post. Su creadora, Arianna Huffington, combina la tecnología y dinámica de un blog, con la rigurosidad informativa de un medio de comunicación tradicional.

A simple vista, el blog es muy completo: su temática abarca desde política, medios y deportes, hasta comida y religión. Una botonera de 25 tópicos ayuda a organizar la diversidad de noticias, informes, reportajes, y demás géneros periodísticos. A su vez, el material audiovisual (fotos, video, sonido) es abundante, y complementa el texto a la perfección.

Las reglas básicas del blog se siguen al pie de la letra. The Huffington Post es fiel a la cultura del linkeo (incluso ésta es considerada una gran virtud, por el tráfico imponente de sitios que genera). Por otro lado, la interacción prima a lo largo y ancho del blog: una vez que alguien abre su cuenta, tiene el derecho de opinar sobre todo lo que le apetezca.

Hay que recordar que la gran mayoría de los contenidos de este blog/diario digital no son propios; su plantilla reducida de periodistas se condice con el hecho de que The Huffington Post se dedica, sobre todo, a recoger noticias de la mayor cantidad de medios posibles, y presentarlas de una manera más creativa.

El público que capta es amplio (por no decir masivo), ya que las noticias van desde el gobierno de Obama hasta al ancho de la cintura de una modelo de American’s Next Top Model.

Asimismo, es un medio muy accesible a sus lectores, a quienes les da la oportunidad de contactarse con la redacción para reportar un error de tipeo u otras correcciones, solicitar ayuda si se presentan errores técnicos, entre otros.

Sin embargo, una excepción a esta forma visionaria de concebir al nuevo periodismo digital es, tal vez, que haya demasiada información. Resulta trabajoso escanear las mini fotografías, y las noticias más recientes, y los videos, y los comentarios, y elegir, finalmente, en qué puedo posar la vista y leer. Y, así, empezar a informarme.

Práctica 1

Una lista de los derechos en el ciberespacio, Jeff Jarvis

(A Bill of Rights in Cyberspace)


Jeff Jarvis, aunque de forma visionaria, propone una utopía: el control de Internet por parte de los individuos. El autor afirma que el derecho a la libertad –tan exaltado en la tierra estadounidense- debe garantizarse también en la red, por lo que señala una serie de principios que funcionarían como “enmiendas” a la ya escrita Declaración de la Independencia del Ciberespacio, de John Perry Barlow (1996). En este caso, la guerra es contra el Gobierno, y el control que éste ejerza o pretenda ejercer sobre lo que se hace y se dice en Internet.

A su vez, invita a los lectores a proponer sus propios artículos. Por su parte, escribe nueve principios referidos a los derechos de los usuarios de Internet: derecho a conectarse, a hablar, a hablar en el lenguaje propio, a reunirse, a actuar, a controlar la información personal, a la identidad. Por último establece que lo que es público (como lo es Internet) es un bien público, y que Internet debe construirse y operar abiertamente.

Creo que lo que Jarvis propone no es un disparate, ya que su preocupación en cuanto a la privacidad de los usuarios en Internet, al papel del Gobierno y de las empresas en la red (y a otros derechos que se resumen todos en libertad) es legítima. Internet permite el fenómeno de un Gran Hermano mundial, donde, paradójicamente, el anonimato no implica la pérdida de identidad. Sin embargo, encuentro que la proposición de Jarvis es demasiado ambiciosa.

Internet no es una nación, por eso creo que es muy difícil imponerle normas universales; está conformado por muchas naciones, millones de personas, cientos de culturas… Y, aunque las normas puedan escribirse sobre papel, Internet es intangible. A su vez, cada gobierno difiere en sus funciones según el país. Sin embargo, tampoco creo que el mismo deba dejar de prohibir actos en Internet que inciten a hechos deplorables como el racismo, la pornografía infantil o el machismo.

Con respecto al sueño de libertad, hay que tener en cuenta que la libertad de unos, implica la restricción a otros. La cuestión es, en todo caso, cuál libertad se impone.

Enmendemos a Jarvis

Te invito a que leas la propuesta de Jarvis, A Bill of Rights in Cyberspace, y propongas la enmienda que creas que falta (o propongas quitar la que creas que sobra).

Los niños la tienen clara

Kevin, "todo un nativo digital" español, defiende la causa en la Plaza del Rey, en Madrid. Aún a su corta edad, está convencido de la libertad innata del usuario de Internet, un campo donde el control del Estado no tiene lugar...

martes, 17 de agosto de 2010

Todo cambia y todo queda


Hasta aquí, este blog respondió a las necesidades académicas (y, por qué no, de satisfacción personal) de la asignatura Comunicación Escrita IV, dictada por la profesora Carina Novarese, en la Universidad de Montevideo. Las entradas consistieron en prácticas de clase y domiciliarias.


De aquí en más, Cuartaisla mantiene su propósito académico y alimentador de ego (sano, sano), aunque en función del curso de Narrativa Online (Multimedia), dictado por la misma profesora, en la misma Universidad... Con muchas más exigencias.


(Espero que mis neuronas asimilen la nueva tecnología, para que este blog pueda acompasar el ritmo escalofriante de Internet y sus aliados).


sábado, 7 de agosto de 2010

Examen final





Derecho de autor, ¿salario del creador?

La era 2.0 plantea un nuevo desafío a la propiedad intelectual



El 27 de septiembre de 1929, Alberto Alonso y Ruiz Paris registraron su tango Puro cuento en la recién nacida Asociación General de Autores del Uruguay (AGADU). Pero mucho ha cambiado desde aquel primer registro.
El creador, en la práctica, ya no es el único padre de su obra. En un mundo donde 1.73 billones de personas usan Internet, donde 126 millones de blogs (BlogPulse) y 234 millones de websites inundan la red (2009), el derecho de autor debe reformularse. Y es que la afirmación de Kant se pone en cuestión: “una obra de arte no puede separarse de su autor”. Subir una obra a Internet, ¿significa desprenderse de ella para siempre? ¿Es obsequiarla a la comunidad cibernética y no poder reclamarla jamás?

Un derecho humano

Los creadores gozan de un derecho de propiedad intelectual sobre sus obras, conocido como derecho de autor. La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 lo contempla en su artículo 27, numeral 2. Este derecho habilita a sus titulares a autorizar o prohibir la utilización de las obras de su autoría y recibir la remuneración que les corresponde por la misma. Es por eso que este derecho se subdivide en dos clases: los morales, y los patrimoniales o de explotación.

La propiedad intelectual nace en el momento exacto en que la obra se crea, elabora o compone; no es necesario registrarla para que el autor pueda comenzar a gozar de ese derecho. Sin embargo, existen ciertas formalidades que, aunque no son obligatorias, funcionan como mecanismo de protección contra el uso ilícito del recurso creado. El mero hecho de poseer un libro, pintura, fonograma, o cualquier otra creación, le otorga al dueño el derecho de autor. Pero, en el caso de Internet, el derecho de autor puede, o bien readaptarse, o bien verse desfigurado por los nuevos tiempos.
Las ideas no tienen dueño

Un recurso es susceptible de protección intelectual si cumple con la condición de ser original. Cabe distinguir el concepto de originalidad del de novedoso; el primero significa que lo original está en la forma de representar una idea, y no en la idea misma. Por lo que el campo de aplicación del derecho de autor no se extiende a las ideas, que son intangibles, y pertenecen al ámbito interior de la persona.

El porqué

En la actualidad, la mayoría de los países cuenta con leyes que garantizan la protección de los derechos de autor, y ha firmado diversos tratados internacionales que la extienden a nivel mundial.
Las razones que alegan las diferentes naciones, al dedicar párrafos enteros de su Constitución a los derechos de autor, son de diversa índole. En primer lugar, el motivo de justicia social, considera que el autor debe obtener algún provecho de su trabajo. Constituye, así, una especie de salario.

La razón de desarrollo cultural se basa en que proteger los derechos de autor estimula al mismo –y a otros- a crear nuevas obras. Éste se corresponde con un tercer argumento, el económico, que se orienta al reembolso de las inversiones hechas por el autor para realizar su obra.
Otra razón es la de orden moral, la cual alega que el autor tiene todos los derechos sobre su obra porque la misma es la expresión personal de su pensamiento. Por último, el motivo del prestigio nacional tiene como premisa que las obras que producen los autores reflejan cómo es su nación, y reproduce su idiosincrasia.
De la imprenta a Internet

Fue la aparición de la imprenta, al permitir que las obras pudiesen ser distribuidas y copiadas de forma masiva, la que generó la necesidad de proteger dichas obras como fuentes de propiedad intelectual, y ya no como objetos materiales. Cinco siglos más tarde, una nueva aparición vuelve a exigir un cambio. Internet, además de ampliar el concepto de masividad, prescinde de la noción de distribución, al formar parte de la comunicación pública.

©opyright

Derecho de autor y copyright son dos concepciones distintas sobre la propiedad intelectual.

El primero es el derecho moral del autor, ya que reconoce que una obra es expresión de su persona, y por eso la protege.

El segundo proviene del derecho anglosajón (o common law) y protege exclusivamente a la obra ya que, aunque reconoce la paternidad de la misma por parte del autor, no lo considera un autor en sí mismo. Sin embargo, le otorga el derecho de determinar cómo se utilizará la obra.

El símbolo del copyright (©), indica que una obra intelectual (canciones, libros, obras dramáticas y audiovisuales, fonogramas, dibujos, pinturas) esta protegida.

Derecho opresor

AGADU se funda sobre la idea de que el derecho de autor estimula la creación intelectual y, por consiguiente, el desarrollo cultural de las naciones. Sin embargo, no todos piensan así.

Aunque suene a paradoja, hay quienes consideran que el sistema del copyright no hace más que coartar la libertad de los individuos.

En su libro Un mundo sin Copyright, Joost Smiers, profesor de Ciencia Política de las Artes en la Utrech School of the Arts de Holanda, se basa en otros autores para manifestar que la originalidad de los artistas no es inagotable, sino que éstos siempre tienen en cuenta las obras ya creadas, agregando elementos a un corpus existente. Por lo mismo, señala que “sería inadecuado otorgar a los creadores, intérpretes y productores derechos de exclusividad monopólicos” sobre algo que, en realidad, se inspira en elementos de dominio público y son producto del trabajo de otros artistas.

Por lo que el derecho de autor no tendría ningún sentido para Smiers, que, en su libro posterior Imagine... No Copyright afirma que el mismo no hace más que privatizar una parte sustancial de la comunicación humana. Para este profesor, el principio básico del copyright socava la democracia: “¿Cómo podría ser de otro modo si condiciona estrictamente, o incluso posibilita que se prohíba, el uso de grandes porciones de palabras, imágenes, melodías e imaginaciones que necesitamos para el desarrollo de la comunicación humana?”

Otra crítica contra el copyright es que éste asume que la persona conoce todo tipo de combinaciones de elementos que pueden ser considerados como una obra intelectual, que, a su vez, también nace como producto del azar.

El autor uruguayo

El Ministerio de Educación y Cultura asegura que en Uruguay, a tono con la tendencia internacional, se protege el derecho de autor sobre toda creación literaria, científica o artística, tanto en lo referente a sus derechos morales, como a los patrimoniales.

La norma uruguaya establece la complementariedad en la protección con los derechos conexos. Esto significa que, aunque la ley protege el derecho de autor de una obra, no menoscaba el derecho que pueda tener un intérprete de la misma, por ejemplo. El derecho de unos no va en detrimento de los derechos de los otros. Esa complementariedad está expresamente consagrada por el artículo 1º de la Ley 17616 (2003), el cual modifica la Ley 9739 de Propiedad Literaria y Artística aún vigente en Uruguay, desde su aprobación en 1937.

El Derecho de Uruguay indica que el autor uruguayo conserva el derecho de propiedad intelectual durante toda su vida, y sus herederos o legatarios por el término de cincuenta años a partir de la muerte del autor. Una vez que termina ese plazo, la obra entra en el dominio público.

El autor uruguayo en el mundo

Uruguay recoge lo consagrado por la Convención de Roma de 1961; el Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas; el Tratado de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) sobre Derecho de Autor, vigente desde 2002; y el Tratado de la OMPI sobre Interpretación o Ejecución y Fonogramas.

Los últimos dos son conocidos como “Tratados de Internet”: acordados en 1996 por la OMPI, actualizan y complementan el Convenio de Berna, a la vez que introducen elementos de la sociedad digital. Tomó un total de seis años conseguir su ratificación por parte de 30 países, mínimo exigido para su aplicación. Así, se dio un paso más dentro de la Galaxia Marconi, la era electrónica… La era 2.0.

Internet: un arma de doble filo
El Derecho positivo uruguayo entiende a la comunicación pública como “todo acto mediante el cual la obra se pone al alcance del público, por cualquier medio (alámbrico o inalámbrico)”, de forma que “los miembros del público puedan acceder a estas obras desde el lugar y en el momento que cada uno de ellos elija”.

Transmisiones “a la carta”
De Freitas y Borggio, citados por Eugenia Lago en su ensayo Comunicación pública, plantean que la actual es una sociedad tecnológica donde prima la producción masiva, no sólo en lo industrial, sino también en lo referente a las ideas, creaciones artísticas e intelectuales, política, filosofía, etc. Para estos autores, los individuos de esta sociedad son seres productores y consumidores de objetos, valores, personas idolatradas, imágenes, obras de arte. Para lograr la convivencia, los derechos de quienes producen deben respaldarse y respetarse.

Los medios masivos de comunicación permiten la difusión instantánea de las producciones a cualquier parte del mundo, y en cualquier momento. El avance de la tecnología, encarnada en Internet, hace posible las transmisiones “a la carta”: la persona elige dónde, cómo y cuándo acceder a la obra o información.

Internet tiene dos aristas, ya que es en sí mismo un medio para la difusión de obras, y favorece la expansión de lo que se produce. Por otra parte, permite que se infrinjan más fácilmente los derechos por aquellos que, buscando sacar ganancia, utilizan indebidamente la obra.
Para hacer valer el derecho autoral los Estados deben gestionar un modo de controlar la comunicación pública, teniendo en cuenta que, para que ésta ocurra, es necesario que una persona física ponga una obra a disposición del público. Dicho acto se considera lícito sólo si cuenta con la autorización del titular de derechos de la obra.

Piratas de Internet

Según el Diccionario de la Real Academia Española, el plagio se da “cuando se copia en lo sustancial una obra ajena, dándola como propia”. Jurídicamente, plagiar es infringir los derechos de copyright que protegen una obra.

El fenómeno de la piratería en Internet se refiere, en general, al ámbito audiovisual, y concierne a la descarga o copia ilegal de materiales de ese tipo. A principios de 2010, se presentó ante la justicia española el caso de la empresa australiana iiNet (proveedora de Internet), la cual ganó un juicio contra 34 estudios por “violar los derechos de propiedad intelectual”, es decir, permitir a sus usuarios descargar películas sin el debido permiso del autor. La Federación Australiana Contra el Robo del Copyright (AFACT) representaba a los demandantes, entre los cuales se encontraban las filiales locales de Universal Pictures, Warner Brothers y 20th Century Fox.
Este caso, publicado en el diario español La voz de Galicia, sentó un precedente para casos similares. También significó un alivio para todos los proveedores de Internet, al darles la tranquilidad de estar libres de acusaciones de las productoras multinacionales de entretenimiento, que los responsabilizaron de que sus usuarios incurrieran en la piratería.
“Google existe para los alumnos, pero también para los docentes”
Así como los alumnos suelen buscar información en la web para trabajos académicos –y, a veces, sucumben ante la tentación del copiar-pegar-, los profesores juegan su revancha con la misma herramienta.

Por su parte, la profesora de Opinión Pública y Procesos Electorales en la Universidad de Montevideo, Fernanda Boidi, cuenta que utiliza Internet para corregir los trabajos de sus alumnos sólo en ocasiones en las que algo luce “sospechoso”. Aunque no lo emplea como práctica sistemática, explica que sí lo usa cuando encuentra que el trabajo de un alumno le suena “demasiado elaborado”. Otra señal de plagio suele ser que, en un mismo texto, haya distintos tipos de fuente y formato. “Sí, hay gente así de vaga”, confirma Boidi.

Alberto García, profesor de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Navarra, España, confiesa que todavía está “estancado en el papel” y que no emplea Internet para corregir. Aún así, reconoce que “hoy en día es extremadamente fácil cazar los plagios, gracias a los buscadores”.

Por su parte, Boidi considera que hay que sancionar el plagio independientemente de que haya sido por incompetencia o mala fe. Lo mismo opina el profesor de Literatura y Comunicación Escrita en la Universidad de Montevideo, Luis Melgar, quien afirma que todos los años tiene casos de plagio entre sus alumnos (“más de los deseables”). Mientras algunos son por desconocimiento, entre los alumnos de primero, “otros son por dejadez o malicia”. Melgar destaca que todos le parecen “reprobables”.

Cazadores de plagio


Boidi explica que siempre advierte a sus estudiantes que, así como Google existe para ellos, también existe para los profesores. “Con la ventaja de que los docentes solemos estar más familiarizados con la temática que enseñamos, y muchas veces podemos hasta identificar la fuente no citada. Así he pescado a varios”.
Melgar está de acuerdo con que Internet es más ventajoso para el profesor, ya que no hace falta que los alumnos copien ni palabras textuales, “Google hace el resto”. Acota que, en todo caso, “depende de las ganas que el profesor, ante una sospecha, tenga de descubrir que un alumno ha copiado”.

Se mira y no se toca

Si, con el sólo hecho de que alguien posea una obra, el autor de la misma pasa a gozar de los derechos sobre ella, significa que ese derecho se corresponde con la obligación que otro sujeto tiene. Pero, en el caso de Internet, ¿cómo puede poseerse algo que está en la red, algo que es intangible?

Rodrigo Misa, estudiante de Comunicación de la ORT, es autor del blog noticiasmanyas.com. En él cuelga información sobre el Club Atlético Peñarol, que abarca desde noticias diarias y columnas de opinión de su autoría, hasta material multimedia de los partidos de fútbol e hinchadas.

Por su parte, Misa no firma el blog con su nombre para no generarse problemas con ciertos hinchas fanáticos, pero asegura que siempre especifica la fuente de donde extrae la información que no es escrita por él. De todas formas, reconoce el problema de Internet en cuanto al control ineficiente: “Yo subo una primicia y va otro, la cambia un poquito, te dice que la subió una hora antes que yo, y se lleva todo el crédito”. Y es que la información que uno sube a Internet, aclara, “deja de pertenecerte por el hecho de que cualquiera puede hacer con ella lo que quiere”.

AGADU

La Asociación General de Autores del Uruguay funciona desde 1929 como una Sociedad de Gestión Colectiva. La misma se encarga de autorizar o no las obras que son objeto de protección por los derechos de autor y los derechos conexos.
Según AGADU, la importancia de regular y proteger la actividad que desarrollan este tipo de Sociedades radica en que éstas hacen posible la protección efectiva de los derechos patrimoniales de los autores, cuya administración sería imposible si tuvieran que actuar de manera individual. Asimismo, la gestión colectiva interesa también a los usuarios de las obras.

En su portal web, AGADU sostiene que, a pesar de ser una asociación de carácter privado, también desempeña una función de interés público, en la medida que “una gestión transparente es lo que asegura a los autores de los demás países una administración confiable de sus obras en el territorio nacional”.

A su vez, subraya que la efectividad de la protección del derecho de autor depende del correcto funcionamiento de las sociedades de autores, artistas y productores. Porque, en definitiva, de nada sirve la aprobación de una ley moderna, si en la práctica los titulares de derechos no reciben las contraprestaciones económicas por ineficiencia de la gestión colectiva, o el incumplimiento de los pagos por parte de los usuarios. O porque sus obras son ilícitamente descargadas de la red.

El desafío


La Edad de Internet se traduce en el avance progresivo de tecnologías digitales que hacen necesario implementar un marco legal acorde, para la defensa de los derechos autorales. Sin embargo, el incorporar nuevos conceptos, institutos y recursos no es suficiente si, en la práctica, los derechos de autor se esquivan con un solo click.

En 2009, se mandaron 90 trillones de e-mails, se crearon 187 millones de dominios web; se subieron 2.5 billones de fotos a Facebook y se vieron un billón de videos en Youtube. En Estados Unidos, el usuario de Internet promedio miró 187 videos online en un mes. Todo indica que en este año, 2010, las cifras seguirán al alza.

La cuestión es si el derecho de autor podrá adaptarse a la era 2.0 de manera eficaz, o quedará cada vez más desamparado, hasta desaparecer. En este último caso, se confirmaría la idea de que, en el mundo intangible de Internet, porque todo es de todos, nada es de nadie.

domingo, 20 de junio de 2010

(Último) reportaje científico

La edad de la cirugía estética

Cada vez más jóvenes entran al block quirúrgico porque sus cuerpos no los convencen.
Sin tetas no hay paraíso, afirma la canción de Catalina, la novela colombiana. La protagonista, una joven de 17 años, sueña con aumentarse el busto, condición insalvable para lograr fama en el exterior. Más allá del culebrón, la ficción no se aleja mucho de la realidad: tener el cuerpo soñado se ha vuelto más accesible, y los jóvenes están cada vez más dispuestos a pagar el precio. Un precio que trasciende las billeteras. ¿Qué tipo de sociedad acoge este tipo de cambios? ¿Qué clase de individuo es proclive a someterse a una cirugía estética?

Los orígenes

La cirugía plástica se divide en dos grandes ramas, la reconstructiva o reparadora (disimula y reconstruye los efectos de un accidente o trauma) y la estética (busca cambiar aquellas partes del cuerpo que no son satisfactorias para el paciente). Lo que varía, entonces, es la motivación de quien se opera. El doctor en Cirugía Plástica y presidente de la Sociedad de Cirugía Plástica Reparadora y Estética del Uruguay (SCPU), Gonzalo Fossati, ilustra el segundo caso diciendo que, en definitiva, lo que quiere curarse es el “alma” del paciente. Cuando ésta se encuentra dolida porque la persona no está feliz con alguna parte de su cuerpo, lo que hace la cirugía estética es sanarla.

La cirugía plástica reconstructiva no era reconocida como campo en sí mismo hasta en seguida de la Primer Guerra Mundial, cuando la urgencia por reconstruir los cuerpos mutilados de los soldados impulsó importantes estudios sobre esta área. Sin embargo, no es hasta la segunda posguerra que la cirugía estética cobra gran importancia, creciendo a un ritmo vertiginoso.

Fossati afirma que, 30 años atrás, la cirugía estética era una “cirugía de élite”, ya que sólo se operaban las actrices, las modelos… Hoy en día la misma se ha democratizado, ya que casi cualquiera que se esfuerce por conseguir el dinero puede hacerlo.

Esta “popularización” de la cirugía estética se condice, además de con una reducción de los costos, con una transformación gradual de la sociedad. La famosa “cultura de masas” comienza a cobrarse sus primeras víctimas (¿?): los jóvenes.

¿Una cuestión de edad?

El número de jóvenes (mujeres y hombres) que se someten a una cirugía estética ha crecido significativamente, no sólo en el Uruguay sino en todo el mundo. Fossati cuestiona el hecho de que los menores se intervengan quirúrgicamente, aún con el consentimiento de los padres. “Es una cuestión de ética profesional”, más que legal. “En Argentina, estuvo de moda regalar las prótesis mamarias para los quince de las chicas, algo que terminó prohibiéndose”. Aun así, en casos muy particulares se accede realizarse una rinoplastia a las quinceañeras que se rehúsan a filmar “los exteriores” y sacarse las fotos con una nariz que las atormenta. Sin embargo, en estos casos se les advierte que la nariz seguirá desarrollándose, y que será muy probable que, en el largo plazo, esa cirugía no sirva de nada.

Los riesgos de una operación son riesgos de una operación, sea reconstructiva, estética, o de cualquier tipo. Aunque no son la mayoría de los casos, incluso la cirugía estética implica correr riesgo de vida. Fossati, por su parte, es partidario del uso de anestesia local -en vez de general- para este tipo de operaciones, para disminuir los riesgos.

En cuanto a otras consecuencias físicas de la cirugía estética, ésta no afecta los procedimientos para los estudios radiológicos. “En la placa, por ejemplo, se ven los implantes, pero no afecta en absoluto el procedimiento ni el resultado”, afirma el doctor en Radiología Sergio González. En el caso de las prótesis mamarias, tampoco afectan la lactancia.

La cirugía estética también ha dejado de ser una cuestión de género: si bien la amplia mayoría de los pacientes son mujeres, cada vez más hombres optan por esta práctica. “Vienen a la clínica en la noche, para que nadie los vea. Cuanto más oscuro, mejor”, revela Fossati, quien dice que lo que más suelen hacerse los hombres es la liposucción.

Pero, ¿por qué cada vez más jóvenes acceden a “pasar por el cuchillo”? ¿Qué gran razón hay detrás de toda elección, si es que la hay?

La razón sociológica

La sociedad moderna aparece como la gran responsable de esta tendencia actual. El sociólogo Juan José Meré cita al sociólogo francés David Le Breton sobre lo que significa el dualismo de la modernidad: el mismo “terminó por oponer el alma al cuerpo”; el cuerpo aparece como “‘separado’ de la persona, como un objeto posible de ser modelado, modificado, según la moda…” Y es que el cuerpo, afirma Meré, “además de ser un significante es un productor de significantes”. Como consecuencia, el cuerpo se usa para vender: existe un “uso social” del cuerpo, especialmente en América Latina, donde el cuerpo se “mercantiliza”: “uno invierte en su cuerpo, un bien tangible, que trae beneficios intangibles, es decir, todo lo simbólico”, señala el sociólogo.

Dentro de esta perspectiva, Meré encuentra interesante considerar la cirugía estética como “una más de las técnicas de cuidado del cuerpo”. Aunque no es la única, sí es la manera más radical, ya que “se lleva a un extremo el modelaje del cuerpo”.

Pero este modelaje no es algo que se haga al azar. Las personas siguen modelos, buscan acercarse a “imágenes referenciales”. El sociólogo francés Le Bourdieu habla de “ciertos modelos de cuerpo, legitimados, que estructuran la evaluación de la imagen corporal, según la posición de la persona en la sociedad (en la estructura social)”. Se imponen ciertos modelos de mujer y de hombre, a lo largo del proceso de socialización.

Al adoptarlos, la cirugía estética (y demás técnicas) se convierte en una forma de segmentación social, de diferenciación social. Y se encarga de profundizarla. Porque, se pregunta Meré, al reforzarse los prototipos, los modelos… ¿Qué pasa con aquellos que no pueden acceder? Aunque se buscan otros caminos, el cuerpo está siempre presente.

El sociólogo ve a la cirugía estética como algo conquistado contra la propia naturaleza del cuerpo, como una lucha: “Es interesante verlo no como un prototipo, estático, sino como algo dinámico”. Pero existen varias miradas al respecto, asegura, y reconoce que una mirada analítica permite ir más allá del juicio de valor.

Meré alega que, si se lee a través de una dinámica capitalista, la cirugía también tiene que ver con una “banalización” de los cuidados del cuerpo. “Hay una oferta construida, alrededor de la que se generan distintos campos de intereses”, advierte.

En consonancia con lo que afirmaba Fossati, el sociólogo destaca cómo se pliegan otros grupos sociales a este fenómeno: “Es importante ver cómo, entre las diferentes clases sociales, las razones profundas (para realizarse una cirugía) se comparten, si bien se tienen trayectorias diferentes, posturas distintas frente al trabajo, a la recreación…”

Lucía, 20 años, se colocó implantes mamarios a los 17 años, cuando aún estaba en el liceo. ¿La razón? La misma que la de Martín, 25 años. Ninguno de los dos estaba conforme con una parte de su cuerpo (a Martín no le gustaba su nariz), tenían la plata para operarse, y se operaron. Y se volverían a operar.

La mirada psicológica

Una mirada al interior del individuo revela la importancia que éste adjudica al esquema corporal: “cómo uno vive su cuerpo y, desde su cuerpo, el estar en un lugar entre los demás”, señala la psicóloga Walma Millán.

La cuestión parece comenzar cuando uno se mira al espejo, y se profundiza en la adolescencia: “es verdad que no quieren salir esa noche porque un granito les salió en la punta de la nariz...” Como ya señaló Fossati, la autoestima es la que se ve más afectada en esta etapa, aunque muchas veces la baja autoestima no es lo único que está detrás de una operación estética.

En cuanto a la motivación de la cirugía, la psicóloga distingue dos posibles casos: cuando uno resuelve una intervención porque quiere cambiar, porque se va a sentir mejor... “Y cuando tiene que cambiar porque a una mujer le dicen de qué tamaño debe tener de senos, por ejemplo”.

Millán, al igual que Meré, apunta el hecho de que esta sociedad es absolutamente consumista, y que, cuando no podemos alcanzar ese consumo, nos frustramos y nos sentimos mal. “Pero, lo importante es que uno mismo, frente a su propio ‘cuerpo yoico’ diga que algo le está faltando...” Lo importante, resume Millán, “no es ver lo que tiene el otro, sino hacerse feliz uno mismo”.

Como profesional, lo que aconseja la psicóloga es el acompañamiento terapéutico durante y después del proceso de cambio. No para evitar que se lleva a cabo la cirugía, sino “para ayudar en el proceso de aceptación de ese nuevo cuerpo”. Pero este pensamiento es válido siempre y cuando no se trate de un caso de “dismorfofobia”, que es la percepción desfigurada de la propia imagen. En ese caso, el paciente, por más que se someta a una operación estética, y a otra, nunca estará conforme consigo mismo.

El debate

Retomando a Juan José Meré, es preciso entender que, para analizar la cuestión de la cirugía estética en el contexto actual, es necesario desprenderse de los prejuicios. No alejarse de la subjetividad sino “concientizarla”, para que el análisis sea de verdad crítico.

Pero, volviendo a Le Breton, vale la pena pensar y repensar sobre la posibilidad de modificar y moldear la apariencia del cuerpo según la moda. El autor afirma que esto vale también para la persona: “modificar la apariencia quiere decir modificar la propia persona”.

¿”Modificar la apariencia quiere decir modificar la propia persona”?

martes, 8 de junio de 2010

Semana de reportaje científico

Un nuevo emprendimiento made in Uruguay

Hace dos años comenzó la investigación, en el Clemente Estable, para utilizar bacterias que conviertan los residuos naturales en combustibles útiles

El científico Francisco Noya amagó con quedarse en Estados Unidos, lugar donde realizó su doctorado en Biología. Ahora, de nuevo en su país de origen, reclama una mayor inversión en el área de investigación nacional, a la vez que explica la importancia de “las bacterias que cambiarán el mundo”.

Esta última frase, título de su presentación del TEDxMontevideo del 4 de mayo, hace referencia al hecho de que sólo se conoce una ínfima parte de las bacterias existentes (menos del uno por ciento). Y a que en el mundo de las bacterias radican las soluciones para muchos de los problemas del siglo XXI. El problema que Noya, doctor en Bioquímica y Genética Molecular e investigador del Clemente Estable, y el resto del equipo intentan solucionar, es el de la dependencia energética del Uruguay, el uso y abuso de la energía no renovable, y el alto costo de producir combustibles.

En el laboratorio

Aunque la idea no es nueva (porque ya se fabrica bioetanol a partir de la caña de azúcar), lo inédito en el país es el procedimiento. El mismo tiene como fin la fabricación del alcohol (bioetanol) a través del uso de bacterias que degraden la celulosa de ciertas materias primas, como la madera, los pastos secos y los residuos agropecuarios.

El primer paso consiste en tomar celulosa de dichos componentes. Luego ésta se combina con bacterias que destruyen la celulosa, convirtiéndola en constituyentes más simples, que son azúcares más sencillos. Finalmente, a éstos se les agrega levadura para fermentarlos, de lo que surge el alcohol o bioetanol.

Como las bacterias necesarias (que degradan la celulosa) no pueden crecerse naturalmente en los laboratorios, es necesario salir a buscarlas en dos grupos de animales: los rumiantes y las termitas. La vaca se alimenta de paso, que está compuesto por celulosa, y al que luego simplifica en su componente más sencillo. El rumen, por tanto, se extrae de uno de los cuatro estómagos de este animal, y es usado en el laboratorio como materia prima.

Por su parte, las termitas comen madera, y utilizan una comunidad microbiana que habita sus intestinos, especializada en celulosa. Es por eso que se extrae el intestino de las termitas (a mano, una por una), y extrae también su ADN (su material genético). Luego éste se “corta en pedazos” más pequeños, y se introducen en cepas o bacterias de laboratorio, las cuales son fáciles de crecer y, aunque no son capaces de degradar la celulosa por sí mismas, sí aceptan el ADN de otros microorganismos.

Los resultados

De este último procedimiento con termitas se obtuvo una colección de colonias bacterianas, que se analizaron en estratos especializados. Una de las colonias logró formar un “halo de degradación” a su alrededor, por lo que pudo degradar la celulosa. Y se cantó victoria.

Sin embargo, esta victoria es parcial, ya que ahora debe estudiarse cómo aplicar el procedimiento a una escala industrial, para poder obtener combustibles útiles. Ésta es la parte “comerciable” del asunto, ya que es lo que el laboratorio podría vender a la industria para que su producción se masifique.

Las ventajas serían, en primer lugar, hacer frente a la gran dependencia con el petróleo con la fabricación de un combustible natural y renovable.

Los obstáculos

El problema con el que se debe lidiar ahora, sin embargo, es el de abaratar el procedimiento, ya que el desgaste de energía que implica el paso de la celulosa al azúcar es muchísimo, lo cual encarece la producción en general. Hasta ahora, no se puede hablar de éste como un proyecto viable desde el punto de vista económico.

Un impedimento de otra índole es el de la financiación. Noya reconoció que, si bien la Agencia Nacional de investigación y Desarrollo (ANII) está haciendo esfuerzos de inversión para financiar proyectos de este tipo, éstos no son suficientes.

Otra arista del problema es que la ANCAP “sólo piensa en el corto o mediano plazo”, acusó Noya. “Sólo se está pendiente del precio del barril de petróleo”, agregó el experto.

Otras perspectivas

Francisco Noya removió el prejuicio que las personas suelen tener sobre las bacterias: “son malas y transmiten enfermedades”, es lo que se enseña a los niños para que se laven las manos antes de comer. Sin embargo, sólo una pequeña minoría de ellas es patógena (transmite enfermedades).

Sólo se conocen 15 mil especies. Se estima que existen diez millones. Una bacteria mide la billonésima parte de un metro. Aún así, las bacterias del cuerpo humano, en total, pesan más que el cerebro: dos kilos. Sirven al sistema inmunológico y facilitan el desarrollo de la persona. Ayudan a digerir los alimentos. Aportan la vitamina K, esencial para la coagulación de la sangre. Han habitado todos los ambientes y todos los climas; el 75 por ciento vive en el fondo del mar, hasta tres kilómetros enterradas (“biósfera marina profunda”). Si hubiese un cataclismo que acabara con todo en la Tierra, éstas ni se enterarían.

A partir de ciertas bacterias se pueden preparar alimentos, vacunas; se pueden realizar distintos procesos industriales. Un conocimiento profundo de ellas y de nuestro genoma, ayudaría a desarrollar una medicina personalizada -que ataque sólo a las bacterias patógenas-, y menos tóxica. Con ellas también “podríamos limpiar nuestros propios desastres ambientales, como el derrame de petróleo en el Golfo de México”, señaló Noya.

Repatriar a los científicos uruguayos

Todo este potencial necesita de extensas investigaciones para ser desarrollado. Para eso, es preciso que aquellos expertos capaces de hacerlo no emigren a países que les den más oportunidades (traducidas en inversión monetaria). Que la idea, el trabajo, y el resultado queden dentro de las fronteras uruguayas.








Semana de reportaje científico

¿Dios en un tubo de ensayo?

La creación de vida en un laboratorio dejó de ser ficción

Científicos estadounidenses del laboratorio Synthetic Genomics, liderado por Craig Venter, anunciaron el gran hallazgo: es posible hacer vida. El procedimiento permite crear una célula no a partir de otra –como es lo natural-, sino de la manipulación de su genoma. A simple vista, parece que sólo se necesita la información guardada en una computadora.

En 1818, la escritora inglesa Mary Wollstonecraft Shelley dio a conocer la posibilidad que en ese entonces parecía remota: crear vida artificial. Y aunque Frankenstain no se asemeje en nada a la célula nacida en un laboratorio del siglo XXI, encarnó en su momento los mismos dilemas que los actuales. La ética científica, la creación y la destrucción de la vida, las consecuencias de jugar a ser Dios.

Cabe aclarar que el término “vida artificial” remite a la creación de la vida en su mínima expresión, la célula. Por lo que no se trata de crear un organismo complejo, como el ser humano. Pero es vida, al fin. Sin embargo, los investigadores subrayaron a Estrategia y Negocios que ni ellos –ni nadie- crearon vida artificial, pues no crearon vida de la nada. Lo que hicieron fue “transformar un organismo vivo en otro organismo vivo”. Tampoco se creó un cromosoma a partir de la nada, sino que se sintetizó uno ya existente, utilizando solamente información digitalizada.

El procedimiento

La bacteria natural Mycoplasma mycoides fue la que aportó la información para que su genoma pudiera ser copiado en el laboratorio. El resultado: Mycoplasma mycoides JCVI-syn1.0, la cual es la “célula sintética” de la que tanto se habla. Su genoma no es de origen natural sino químico, de ahí que se le llame “sintética”. “JCV” es por John Craig Venter, su creador; y el “1.0” denota la idea de que esta célula es sólo una primera versión de otras futuras.

“Para lograrlo, un grupo de 25 investigadores tuvo que descifrar el código de instrucciones de esta bacteria, sintetizarlas y luego reflejarlas en una célula receptora”, explicó Venter a Estrategia y Negocios. Fueron muchos los obstáculos técnicos que debieron superarse, y US$40 millones invertidos en investigación. Sin embargo, quince años más tarde de lo que fue el primer esbozo de este hallazgo, se logró el resultado esperado.

Lo inédito hasta ahora era el proceso de sintetizar una célula, el cual empezó en una computadora. Se comenzó con más de un millón de letras de las instrucciones genéticas de la “célula madre” (Mycoplasma mycoides), y luego se introdujeron pequeñas modificaciones a su secuencia de ADN, que resultaron en una nueva célula.

Antecedentes

El 14 de diciembre de 1967, Arthur Kornberg, junto a sus colegas Mehran Goulian y Robert Sinsheimer, anunciaron haber logrado copiar el ADN del virus phiX174, creando la misma capacidad de infección que un virus salvaje. “Kornberg no creó vida en un tubo de ensayo, al igual que nosotros tampoco creamos vida desde cero”, sentenció Venter al respecto.

En 2007, el diario The Guardian anunció que el italiano Giovanni Murtas, del centro de investigación Enrico Fermi de la Universidad Roma Trè, había dado un paso fundamental para la creación de un organismo vivo “a partir de la nada”. Sus creaciones eran capaces de elaborar sus propias proteínas, una capacidad fundamental de todos los seres vivos.

Por otro lado, el mismo Venter inició el proyecto de la “célula sintética” hace 15 años, cuando él y su equipo hallaron un modo de estimar el “genoma mínimo”, la mínima información necesaria para sostener vida autónoma. Según se explicó en El País, los investigadores tomaron uno de los organismos con el genoma más pequeño conocido, otro mycoplasma que vive en el tracto urinario humano, y desecharon todos sus genes menos los indispensables. Ése fue el punto de partida para el resto de la investigación.

La polémica

Como todo hecho controvertido, distintas voces se han pronunciado para apoyarlo o rechazarlo. El propio Craig Venter, en una especie de autocrítica, pidió que se hicieran nuevas regulaciones para evitar abusos en este sentido. “Las regulaciones existentes no bastan”, denunció Venter al diario británico The Independent.

El Vaticano también se pronunció al respecto. Sus directivos y los de la Iglesia se mostraron cautelosos, aunque dijeron considerar que “podría ser un hecho positivo si se usa correctamente”. Por otro lado, advirtieron a los científicos que “sólo Dios puede crear vida”. “Es un gran descubrimiento científico. Ahora tenemos que comprender cómo será implementado en el futuro”, dijo a Exonline monseñor Rino Fisichella, máxima autoridad sobre bioética del Vaticano.

Trasladando el pensamiento del ex presidente de Estados Unidos, Johnson, en referencia al trabajo de Kornberg (1967), se puede recordar que éste advirtió la gran importancia del descubrimiento: "Imaginen que el Estado decreta dónde empieza la vida. Este será uno de los grandes problemas; una de las grandes decisiones”. Luego se preguntaba cómo serían de difíciles las decisiones de un presidente futuro que tuviera que decidir sobre eso.

Ese presidente, hoy en día, es Barack Obama: “Este desarrollo presagia las posibilidades de importantes ventajes, como la capacidad de acelerar el desarrollo de vacunas. Al mismo tiempo, levanta dudas genuinas, por lo que debemos estudiar con cuidado las implicaciones de esta investigación", escribió. En este sentido, pidió a la Comisión Presidencial para el Estudio de los Asuntos de Bioética que analice las implicaciones éticas de este avance. Y es que la gran preocupación de Obama radica en la posibilidad de que esta técnica se utilice para el desarrollo de armas biológicas, según anunció el diario español La Semana.

La expectativa

"La habilidad de escribir rutinariamente la ingeniería de la vida conducirá a una nueva era en la ciencia, y con ella, a nuevos productos y aplicaciones como biocombustibles avanzados, tecnología de agua limpia y nuevas vacunas y medicinas", aseguró el instituto de ciencia Synthetic Genomics.

El investigador Pat Mooney, director del ETC Group, aunció en un comunicado de prensa que el trabajo de Venter es una "caja de Pandora" y se cuestionó sus aplicaciones futuras: "Sabemos que las formas de vida creadas en laboratorio pueden convertirse en armas biológicas y amenazar también la biodiversidad natural", añadió.

Craig Verter, por su lado, tiene como meta la creación de una bacteria artificial que capte un espectro muy amplio de la luz solar. Estima que sembrar la bacteria artificial de este tipo en 13.000 kilómetros cuadrados bastaría para alimentar todo el transporte de EE.UU.

A su vez, él y su equipo están trabajando en el diseño de nuevas células que capturen con más facilidad el dióxido de carbono y lo incorporen, convirtiéndolo en nuevas moléculas de combustible, nuevos aceites comestibles, y nuevas fuentes de plásticos y químicos biológicamente derivados. Para eso se cuenta con el financiamiento de los Institutos Nacionales de la Salud. También están recibiendo financiación para diseñar nuevos caminos sintéticos “para desarrollar complejos antibióticos que hoy en día son demasiado complicados de producir para los químicos”.

Otro paso a seguir, anunció Craig Venter, es el de fabricar ahora otra bacteria que se “coma” el petróleo en todos los mares del planeta. Una solución ideal para el desastre que actualmente se desarrolla en el Golfo de México, dictaminó el Diario de Mallorca.

¿Se debe crear vida?

El periodista de ABC, José María Carrascal, sentenció al respecto desde su perspectiva, válida para muchas personas ante este hallazgo: “O las leyes de la naturaleza no son tan legítimas como creíamos o el hombre es el mayor violador -delincuente sería la palabra adecuada- del universo”.

jueves, 20 de mayo de 2010

Vecinos del Estadio Centenario, vecinos de los disturbios

Desde hace años, estas personas conviven con el ánimo del fútbol: los festejos, las previas, las banderas, los cánticos…Y los incidentes que esto implica.

“Si gana Nacional (y es lo que yo quiero), va a haber mucho muerto”, afirma un vecino de los alrededores del Centenario, en Montevideo. Es mediodía del día del veredicto: quien gane el clásico de esta tarde será el campeón del Campeonato Uruguayo. Será el cuarto partido consecutivo en que se enfrenten los dos grandes del fútbol del país, Nacional y Peñarol, Peñarol y Nacional. Pero, más allá de esta primera visión fatalista, ¿cómo viven los vecinos este día?


Otro de ellos afirma, entre risas, que a él no le asusta qué pueda pasar, ya que será “uno de ellos”. “Sólo si gana el Bolso”, agrega. La preocupación de una vecina contigua es de una índole totalmente diferente: “a mí lo que me pone nerviosa son los vidrios, ¿viste que los rompen?”. Y no es la única que teme por las vidrieras de los comercios y las ventanas de casas particulares. En la periferia del Obelisco, las casetas de revistas y otros locales chicos ya están cerrados, algunos con rejas.
En la feria temporal “Uruguay se muestra”, que bordea el Parque de los Aliados, los vendedores coinciden en esperar hasta las cuatro de la tarde –hora en que se pitará el comienzo del partido- para levantar los puestos e irse. “Hoy nos teníamos que ir de todas formas, pero acordamos irnos antes de que termine el clásico para evitar los líos”, comenta un vendedor de churros. Una vendedora tres puestos más lejos recuerda que en la última fecha en que jugaron “se peleaban atrás de las carpas, y tomaban alcohol acá cerca”.
Una señora mayor, que atiende el quiosco “Martimar” frente al Hospital Pereira Rossell, cuenta que “cuando (los hinchas) van hacia el estadio no pasa nada porque pasan por enfrente, pero a la vuelta…es otra cosa”. Con respecto a esto otro vecino afirma que “vuelven todos borrachos” y que “rompen todo lo que se les cruza”. Y agrega, con un dejo de pesimismo, que “siempre fue así, y siempre será así”.
Un hombre mayor, que pasea a su perro a dos cuadras del estadio, explica: “Lo saco ahora porque después de las tres y hasta mañana, no salgo de mi casa. Es un peligro”. Subraya que “no importa quién gane, los hinchas son todos iguales”. Otro vecino de la zona no está de acuerdo con este tono peyorativo, y defiende el tan denunciado rol del hincha. “Está bien que festejen, antes y después del partido. Yo también fui gurí y es lo que el hincha joven hace, no hay otra”. Sin embargo, reconoce que “obviamente no está bueno que hagan destrozos”, al mismo tiempo que dice que es algo que no tiene freno, porque “no le podés pedir a un barra brava que no vaya al partido del cuadro que adora”.

Por fin un vecino recuerda el papel que la policía jugará en este partido. Será el mayor operativo de los últimos años, según maneja la prensa en general. “Yo tengo plena confianza en la policía, para que frene cualquier incidente que pueda haber”, alega este vecino para explicar su tranquilidad. A hora y media del partido, si se mira hacia la Avenida 18 de Julio, se ven grupos de cuatro y cinco policías apostados contra las puertas de los comercios. Ya es inevitable sentir en el aire el olor a fútbol, a clásico y a garrapiñada.

Niños multinacionales

La lucha por la tenencia de los hijos


“A los niños no los esperes, porque no te los voy a devolver ni este día, ni ningún otro”. Aquella noche de domingo, mientras toda Panamá festejaba el carnaval, Valentina creyó morir. Y aunque Valentina no es su verdadero nombre (ya que Mónica Bottero, la periodista que recoge esta historia en Madres al límite, lo cambió para protegerla), su vida es la de muchas madres y padres que, casados en el extranjero, se llevan a sus hijos una vez que se divorcian. La mayoría de las veces, de forma ilegal.

El caso de Valentina, se inició en Panamá en 1997, y aún está en marcha. Ella, uruguaya; su marido, panameño. El padre de los niños -de dos y cinco años- se los quitó una vez que se separaron, se divorció de Valentina sin su consentimiento, (ya que es posible en ese país), dejó a sus hijos con su abuela, y obligó a los niños a hablar en contra de su madre en las audiencias. La familia paterna de los niños acusaba a la madre de alcohólica, drogadicta y adúltera. Como última medida desesperada, la acusaron también de abusar sexualmente de la niña.

“Las armas legales parecían siempre débiles, ineficaces”, cuenta esta madre. Luego de tres años de trabas legales enormes, veía a sus hijos sólo los fines de semana. Su abogado había abandonado el caso. Ser extranjera le jugaba en contra, y recién el equipo de la embajada que entró en el año 2000 la apoyó. Uno de sus integrantes le dio un pasaporte para ella y sus hijos y le dijo que se encargara de ahí en más. Valentina se encargó. Se llevó a sus hijos hasta la frontera con Costa Rica, allí se tomó un avión a Buenos Aires, y volvió a su Montevideo natal.

Este episodio no es una extravagancia. Inclusive, los casos como éste han aumentado como consecuencia del aumento de divorcios, y junto con el aumento de emigración.

Los aspectos legales

El abogado y profesor de Derecho Internacional Público, José Gamio, señala que los divorcios plantean distintos problemas: “la disolución del vínculo, la situación de los bienes adquiridos durante el matrimonio, las pensiones alimenticias para el cónyuge y los hijos, y la guarda o tenencia de los hijos”. Cada uno de esos problemas, a su vez, puede tener una solución particular y distinta según el país, salvo si hay un tratado internacional que los regule.

En la actualidad, el Uruguay tiene convenios de Restitución Internacional de Menores con Argentina, Chile y Perú. También ratificó la Convención Interamericana sobre tráfico de Menores de 1989, y está en vigencia desde 1983 la Convención de La Haya sobre Aspectos Civiles del Secuestro Internacional de menores de 1980. Esta última vela porque “los derechos de custodia y de visita vigentes en uno de los Estados contratantes se respeten en los demás Estados contratantes”.

Al respecto, también rige la Convención Interamericana sobre Tráfico internacional de Menores de México de 1994. Sobre esta cuestión, la abogada Patricia Ibáñez subraya el hecho de que es necesario distinguir entre “restitución de menores” y “secuestro”. Se habla de restitución cuando los menores son sacados del país con el consentimiento inicial del padre o tutor que se queda, y luego no son devueltos al país. Secuestro, por el contrario, es cuando los menores son sustraídos de la nación sin consentimiento alguno del padre o tutor. En el caso de Valentina se trata de un secuestro, pero nunca de “tráfico de menores”, ya que esto implicaría que se hace con ellos algo ilícito.

Para estos casos, aclara Ibáñez, “el juez competente es el exhortante, el de lugar de residencia habitual del menor”. Es considerado menor, agrega, “de acuerdo a lo establecido por el Derecho del Estado de su residencia habitual” (en este caso, menor de 18 años).

Existe un plazo para iniciar las acciones de restitución de menores, el cual es de un año a partir de la fecha en que el menor es sacado del país. En los casos en que se desconoce su paradero, el plazo se computa desde el momento en que éste es localizado. Para esto, es necesario realizar una “solicitud de localización”.

¿Un factor demográfico?

Por otra parte, es necesario retomar el hecho de que el divorcio pareciera ser una causa de emigración, lo cual tiene sus consecuencias demográficas. El Diplomado en Análisis de Información Sociodemográfica aplicada a la Gestión y profesor de la Universidad de la República, Martín Koolhaas, afirma que, si bien no hay información disponible para Uruguay, “es común que una de las causas de la migración identificadas por las investigaciones (además de los motivos laborales y económicos que suelen ser los más comunes) sean los motivos ‘familiares’”. Dentro de esta amplia etiqueta, agrega, “pueden entrar aspectos como formación de parejas, reunificación familiar (el hombre emigra primero y luego va la mujer con los hijos) y disolución de parejas (lo cual puede comprender la separación y el divorcio)”.

La justicia

Si el divorcio es de por sí una experiencia traumática para los hijos (aunque sea en términos generales), el divorcio de dos padres de nacionalidades diferentes que deciden separarse debe serlo aún más.

Para Valentina, por lo menos, la frase del comisario que la atendió primero en Uruguay fue reconfortante: “En este país no se le sacan los hijos a una madre”. La Justicia uruguaya le dio la tenencia y, aunque el caso sigue tramitándose, sus hijos “hoy tienen 13 y 16 años, y sólo quieren ser uruguayos y olvidar”.